11 de febrero de 2016

El quinto hijo (Doris Lessing)


Hoy desplegamos la alfombra roja para recibir como es debido a Doris Lessing (1919-2013), casi con toda seguridad, el único premio nobel de literatura que desfile por nuestro blog, y es que el género de terror no ha sido nunca bien tratado por la academia sueca.

2007 fue el año del controvertido galardón, cuando muchos escritores y gente del mundillo editorial se llevaron las manos a la cabeza al escuchar que Doris Lessing salió triunfadora.

"El quinto hijo", novela corta de 1988 de la autora, es una historia inquietante de terror cotidiano, es decir, algo que nos puede pasar a cualquiera de nosotros en cualquier momento de nuestras vidas, y que supone replantearnos todas las cosas conocidas.

Harriet y David, un matrimonio feliz y ejemplar, con una vida tan corriente como la de cualquier familia media, deciden que su felicidad pasa por tener una familia con muchos hijos, cuantos más mejor. Las cosas van por su cauce normal hasta la llegada de su quinto hijo, un embarazo problemático y el nacimiento de Ben; un extraño bebé comienzan a minar los cimientos de la feliz familia.

Llegó el "bebé Neanderthal", el "trol", el "duende", el "gnomo", resultado de una mutación genética primitiva. No deseado, no esperado y definitivamente no amado, que supone un cambio radical en la vida de la familia Lovatts.

Ben parece no tener sentimientos, no se comunica con nadie y revela tendencias violentas. Eso hace que Harriet y David, presionados por el resto de sus familias, deciden ingresar a Ben en una institución "especial". La familia vuelve a la senda de la felicidad por un tiempo, pero a Harriet le remuerde la conciencia y decide un día ir a visitar a Ben; las condiciones en que tienen a la criatura son infrahumanas, y Harriet arrepentida vuelve a traer al niño a casa.

Ben crece al mismo tiempo que los problemas se multiplican, ¿ Podrá la familia convivir con Ben ?, o quizá, ¿ Ben acabará con la convivencia familiar ?

Cuando cientos de expertos buscaban la moraleja filosófica de la novela de Lessing, la autora se vio obligada a aclarar sus motivaciones, al parecer el niño Ben representa las guerras que vienen a truncar la normalidad de las hombres, representan la maldad y nadie sabe como manejarse en esa situación.

A veces los horrores cotidianos sobrepasan a los de ficción.

Nota: 6,5/10

2 comentarios:

Jose Manuel dijo...

Iba a comentar La casa y el cerebro pero no sale la opción de publicarlo, mucho de las reseñas antiguas no se pueden.

LLunatic dijo...

Gracias por aviso, el que comentas ya lo he arreglado, a ver si saco tiempo y repaso el resto de entradas.