15 de enero de 2016

Los anteojos (Edgar Allan Poe)


Hablar de Poe es hablar de relatos macabros, sin embargo Poe también se adentró en el mundo de los relatos satíricos y cuentos humorísticos, que tal vez sean los más siniestros de todos, su humor negro es de los que inquieta y da que pensar.

Los anteojos fue publicado en el periódico Philadelphia Dollar en marzo de 1844, la crítica dijo que el texto se pago a un precio por palabra escrita de manera que Poe alargó innecesariamente el relato (cosa que no parece muy probable, ya que no sobra ni falta nada en el contenido).

Julio Cortázar señala que la sátira en cuentos como "Los anteojos" se transforma en desprecio. Esto se evidencia en sus personajes: "Astutos seres que embaucan a la masa despreciable, o miserables muñecos que van de tumbo en tumbo, cometiendo toda clase de torpezas".

Un joven de ascendiente francés recibe una cuantiosa herencia que le permite codearse con la alta sociedad de Nueva York. Una noche, en la ópera, se enamora perdidamente de una elegante dama que ha vislumbrado a lo lejos. Echando mano de todos sus mañas y recursos, en poco tiempo logra enamorarla y casarse con ella. Pero la noche de bodas le deparará una enorme sorpresa en donde descubre que en realidad su esposa es en realidad su tatarabuela que le jugó una treta.

Poe satiriza sobre la vanidad y la ceguera mental (que hace pasar por ceguera visual), haciendo bueno el dicho de que no hay más ciego que el que no quiere ver. La nota lamentablemente se queda corta, de la misma manera que corto es el horror en el relato.

Nota: 4/10

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