6 de enero de 2016

El percheron mortal (John Franklin Bardin)


John Franklin Bardin estuvo siempre obsesionado con la locura, y reflejó ese mórbido interés en una serie de novelas, una de ellas fue "Al salir del infierno" que pasó por nuestras manos y nos dejó un grato recuerdo. Hoy traemos su primera novela "El percherón mortal" de 1946.

El escritor cubano Cabrera Infante lo consideraba como uno de los tres grandes puntales de la novela negra, junto con Edgar Allan Poe y Dashiell Hammett. La frontera entre novela negra y terror psicológico queda difuminada cuando hablamos de Bardin, su peculiar estilo capta de inmediato la atención del lector al que reta constantemente a resolver complicados puzzles mentales.

El primer tercio de la novela es simplemente brutal, a la consulta del psiquiatra llega Jacob Blunt afirmando que se está volviendo loco, que ve "hombrecillos" que le asignan extrañas instrucciones que debe cumplir a cambio de monedas, uno de ellos le paga por llevar un flor en el pelo, otro por silbar en el Carnegie Hall y el tercero por repartir monedas de forma altruista.

Con esos mimbres Bardin deja noqueado al lector en la primera página y ya no podemos dejar de leer.

El psiquiatra como es natural no le cree, pero intenta seguirle el juego para obtener más información, las cosas cambian cuando Jacob le presenta en un pub a Eustace, el tercer hombrecillo, un leprechaun americano según el paciente y un enano con estrafalarias vestimentas según el psiquiatra. Para mayor confusión el enano propone una nueva actividad a Jacob: En lugar de repartir monedas a partir de ahora repartirá caballos percherones.

La entrega del primer percherón acaba mal, el destinatario es encontrado muerto, todo apunta hacia alguna relación con el loco Jacob, la policía comienza la investigación junto con el psiquiatra (y narrador en primera persona del libro), pero éste es golpeado en la cabeza y pierde el conocimiento, al despertar se encuentra en una clínica mental donde nadie le conoce y nadie puede confirmar su pasado, de manera que tiene que demostrar que no está loco para poder salir de allí (eso le lleva dos meses).

Al salir de la clínica se da cuenta de que su cara está terriblemente desfigurada, y duda incluso de su antiguo pasado, de manera que inicia una vida normal como friegaplatos en una cafetería. 

Bardin juega con maestría con la memoria del protagonista:

"Solemos tener recuerdos y sabemos que los tenemos, pero nunca permitimos que se vuelvan enteramente conscientes. Esos recuerdos siempre están agazapados bajo la superficie de nuestra razón, y en momentos de crisis algunas de nuestras acciones sólo pueden explicarse en términos de estas experiencias recordadas..."
(Cita de El percherón mortal de John Franklin Bardin)

Pasado un tiempo, cuando su vida parece encarrilada de nuevo sufre otro accidente, y un montón de recuerdos vuelven a agolparse en su memoria recuperando su antiguo perfil de psiquiatra intentará desvelar la identidad del asesino. ¿ Lo conseguirá o se perderá en los mares de recuerdos cruzados ?

Un novela que iba para nota 10 y que por su complicado final y la pérdida del nivel de esquizofrenia en los compases finales se queda en 8,5.

Nota: 8,5/10

2 comentarios:

Jose Manuel dijo...

De esas lecturas que no puedes dejar de leer. Tiene pinceladas de humor y logra arrancarte muchas sonrisas.

Es posible que le sobren giros en la trama, pero bueno, quizá sea el secreto que te atrape de principio a fin.

Rust Cohle dijo...

La compre junto con La noche a través del espejo de Fredric Brown,unas de las mejores compras que he hecho