7 de enero de 2016

Coraline (Neil Gaiman)


Adentrarse en la literatura de terror es complicado, si además queremos que las obras sean aptas para los públicos más jóvenes estamos rizando el rizo, y son pocos los libros de este tipo que podemos encontrar, sin embargo los Premios Bram Stoker no quieren que este género "terror juvenil" desaparezca así pues crearon desde 1998 a 2004 una sección dedicada a la mejor obra para jóvenes lectores en la cuál la novela de Neil Gaiman "Coraline" ganó en 2002. En 2011 se retomó esta sección dentro de los premios Stoker y se rebautizó como Best Young Adult Novel.

Coraline narra las experiencias de una niña de edad indeterminada que vive con sus padres que no le hacen demasiado caso, así que pasa el tiempo explorando su nueva casa y el entorno que la rodea. Pronto descubre una puerta que no lleva a ningún sitio, está tapiada, pero en una de sus excursiones descubre que en realidad detrás de la puerta hay un oscuro pasillo que la lleva a una realidad paralela, un piso muy parecido al suyo, unos padres muy parecidos a los suyos que parecen querer complacerla en todo, y un mundo donde los juguetes y los animales cobran vida.

Coraline recela de este mundo tan perfecto, pero cuando vuelve a su realidad se percata que sus padres han desaparecido, deberá buscarlos, ¿ dónde ?, efectivamente, en el mundo paralelo donde las cosas no son lo que parecen, y sus nuevos padres son tan afectivos y absorbente que no quieren que ella regrese a su mundo con sus padres originales.

¿ Conseguirá Coraline devolver a sus padres y a ella misma a su mundo ?

Que nadie se piense que por tratarse de una novela de lectura juvenil las descripciones empleadas van a estar azucaradas, nada de eso, de hecho, es probable que pocos padres dejen a niños menores de diez años leer este libro, corren el riesgo de traumatizarlos un poquito, el estilo tiene poco que ver con los Harry Potter ganadores de esta categoría de otros años, más bien me ha recordado a la Alicia de Lewis Carroll, la narrativa y el vocabulario es sencillo, pero si el libro crea esa pequeña inquietud en la mente de un adulto sólo hay que multiplicar este efecto en las maleables mentes adolescentes.

¿ O quizá es que los mayores tenemos la mente sucia ?

Nota: 6/10

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