7 de octubre de 2015

La caída de la casa Usher (Edgar Allan Poe)


Tal día como hoy hace exactamente 166 años Edgar Allan Poe fue encontrado en un sórdido callejón de New York delirando por la enorme borrachera que llevaba encima. Horas después de ese fatídico 7 de Octubre de 1849, Poe exhalaba su último aliento en el hospital al que fue trasladado.

A nadie pareció importarle, y nadie pagó su entierro, nadie era consciente de la pérdida de la persona que articuló la literatura de terror del siguiente siglo. 

Maestro de la ambientación pavorosa, en sus cortos relatos concentró todos sus miedos, sus terrores infantiles, sus inseguridades, sus complejos, y sus vicios. Inmortales pócimas de miedo mezcladas a fuego lento en calderos ancestrales por inquietantes palabras sabiamente escogidas, eso son, sin duda, los relatos de Poe.

La caída de la casa Usher es uno de los relatos favoritos de Poe, y comienza con la visita de un amigo del excéntrico Roderick Usher, uno de los últimos descendientes de la estirpe Usher. Bastan unas pocas páginas para que Poe meta al lector de lleno en el tétrico ambiente que rodea a la casa Usher, para muestra este pequeño fragmento:

"Miré el escenario que tenía delante, las paredes desnudas, las ventanas como ojos vacíos, los ralos y siniestros juncos, y los escasos troncos de árboles agostados,con una fuerte depresión de ánimo únicamente comparable al despertar del fumador de opio, la amarga caída en la existencia cotidiana, el horrible descorrerse del velo."
(Cita de La caída de la casa Usher de Edgar Allan Poe)

Usher y su hermana melliza Lady Madeline están muy enfermos, a los pocos días la joven muere y su hermano la lleva a una cripta subterránea en lo más profundo de los sótanos de la casa Usher. Allí es metida en un ataúd y éste es sellado con clavos (aún sabiendo que su hermana sufre de catalepsia).

Días después Usher empeora su estado y él y su amigo comienzan a escuchar ruidos procedentes de las profundidades de la mansión. Algo llega de las sótano, algo ha hecho saltar los clavos del ataúd, algo que presagia el final de la casa Usher.

Como en casi todos sus relatos, Poe plasma en su obra algunos miedos y vivencias de su propia vida real, entre ellos, las relaciones incestuosas entre familia y el consumo de opio. 

Pero el genio de Poe permanece inmortal por encima de todos ellos. Desde este humilde blog envío mi pequeño homenaje.

Nota: 7/10

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