5 de octubre de 2015

Audrey Rose (Frank De Felitta)


Hoy nos sentamos en nuestra máquina del tiempo del terror y nos vamos 40 años hacia atrás, llegamos a 1975 y vemos al escritor estadounidense Frank De Felitta delante de su máquina de escribir dando los últimos retoques a su obra más famosa, "Audrey Rose", traducida en el ámbito hispánico bajo el título de "El Cristal Ardiente".

De Felitta aborda un tema muy controvertido y tabú en la cultura occidental, la reencarnación. Desde tiempos inmemoriales la creencia en la reencarnación ha estado presente en la mayoría de las religiones (hinduismo, budismo, taoísmo, tribales africanas y amerindias). Podemos encontrar referencias en la mitología Griega y Nórdica, así como en la Cábala del Judaísmo.

En la historia de la humanidad, la creencia de que una persona fallecida volverá a vivir o aparecer con otro cuerpo ha sobrevivido al paso de los milenios, y en un mundo tan tecnificado como el que vivimos actualmente numerosos psiquiatras siguen investigando la veracidad de este fenómeno, quizá en la más absoluta clandestinidad, a riesgo de ser tachados de chamanes del siglo XXI.

Con "Audrey Rose" el autor nos enmarca la novela en una familia feliz, Bill, Janice y su hija de diez años Ivy, viven una idílica existencia, hasta que un día se percatan de que otra persona está siguiendo todos sus movimientos, conoce sus intimidades, e intenta establecer contacto con ellos. Ese individuo es Hoover, y tiene una inquietante historia que contar.

Hoover intenta hacer ver a los padres de la niña que en realidad él es el padre, y que la niña no es Ivy, sino Audrey Rose, su propia hija muerta en un accidente de tráfico justo el día del nacimiento de Ivy.

La aparición de Hoover provoca en Ivy el comienzo de una serie de pesadillas, donde su cuerpo parece poseído por el de Audrey Rose, Hoover intenta ayudar a la familia pero Bill (el padre de Ivy) emprende acciones legales para alejar a Hoover de la niña.

Gran parte de la novela plasma con gran maestría el juicio de los padres biológicos contra Hoover, De Felitta expone los argumentos de una defensa basada en la necesidad de hacer creer al jurado la existencia de la reencarnación, por la parte contraria, el fiscal intenta ridiculizar esta creencia basándose en los valores más tradicionales, y entre medio, el juez aprovecha la popularidad del juicio para conseguir fama y una jubilación bien remunerada.

La balanza de fuerzas entre la defensa y la acusación no acaba de decantarse, y el desenlace del juicio toma un derrotero pseudocientífico, se decide hipnotizar a Ivy para conseguir mediante una regresión hasta su otra vida llegar a la verdad del asunto. La regresión comienza bien hasta llegar a la más tierna infancia de Ivy, a partir de ahí hacia atrás los científicos comienzan a perder el control y el experimento se les escapa de las manos.

El interés de De Felitta por la reencarnación apareció en 1971 cuando él y su mujer estaba relajados en la terraza de su casa y de repente escucharon una melodía musical que salía de su propio piano, su hijo Raymond de 6 años estaba tocando la pieza de forma magistral sin haber tocado un instrumento musical en su vida. La primera reacción fue de susto, después De Felitta indagó en el tema y todo apuntaba a que su propio hijo tenía un don adquirido debido a una reencarnación pasada. Fascinado por el tema estudió la materia a fondo e intentó reflejar su punto de vista con "Audrey Rose".

Nota: 7/10

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