Un psiquiatra en el ocaso de su carrera profesional, ha visto demasiadas cosas, ha encontrado pocas respuestas, está de vuelta de todo, sólo quiere que pasen rápido los dos años que le quedan hasta la jubilación. Ese es Paul, el narrador en primera persona de "El Umbral".
Patrick Senecal disecciona con maestría para el lector la apatía en que se encuentra sumido Paul, que no deja de pensar en lo improductiva que ha sido su vida personal y laboral, sin embargo, un último paciente es ingresado en el hospital psiquiatrico, y poco a poco irá quitando capas y capas de racionalidad al bueno de Paul para transformarlo en un mar de dudas en inseguridades.
Thomas Roy, famoso escritor de Quebec, es encontrado en su domicilio con todos los dedos de las manos cortados, y a punto de arrojarse por la ventana. Thomas es su nuevo paciente, y es ingresado en estado catatónico, se niega a hablar, y cuando Paul quiere indagar en la vida de Roy comienza a averiguar cosas, cosas que hacen tambalear sus tradicionales y conservadores creencias.
Parece que Roy tiene una extraña habilidad de escribir novelas de terror aprovechando acontecimientos y tragedias que han sucedido en la vida real, sin embargo Paul descubre con inquietud que algunas de estas novelas fueron escritas antes de que sucedieran los hechos. Pero eso, eso simplemente no es posible, ... ¿ o sí ?
Patrick Senecal construye la novela a partir de los pensamientos del protagonista. ¿ Puede una persona completamente racional convencerse de que existe algo más allá de la ciencia ? ¿ Algo más cercano a la superstición ? ¿ Algo quizá maléfico ?
La novela no defrauda, y aunque durante la primera mitad pueda parecer que estamos ante una novela de intriga y suspense, el final nos depara sorpresas más allá de lo racional.
Nota: 7/10
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