18 de enero de 2015

El Monje (Matthew Gregory Lewis)



En esta entrada del blog nos adentramos con "El Monje" en los origenes de la novela de terror, publicada en 1796 (ojo más de 200 años nos separan), pertenece al movimiento de narrativa gótica, que a la postre fue el germen de todos los subgéneros de terror posteriores.

A los lectores ávidos de leer la última novedad del último escritor de moda, les puede parecer esta novela un auténtico desafío a la paciencia, ya que su prosa es bastante retorcida y rebuscada; desde luego si twitter se hubiera inventado en la época del autor, vive Dios que los twitts no estarían limitados a ciento cuarenta caracteres, sino a bastantes más.

¿ Eso es malo en sí mismo ?, pues la verdad, es que a mí no me lo parece, ya quisieran hablar hoy en día así muchos de los que hoy se las dan de eruditos. Leyendo El Monje seguro que descubres palabras que no conocías. Ojo, a pesar de que la verborrea en exceso puede ser un poco cargante, eso no significa que no halla fragmentos del libro que puedan herir un poco la sensibilidad del lector, que el terror no tiene edad; veamos un ejemplo de la perla que le suelta la Priora del monasterio de monjas a una monja que ha quedado embarazada:

"!Escúchame, pecadora! No esperes misericordia ni para ti ni para tu engendro, sino más bien reza para que la muerte te sobrevenga antes de que nazca. !Y si ve la luz, que sus ojos se cierren inmediatamente para siempre! Ninguna ayuda recibirás en tu alumbramiento. Tráelo tú sola al mundo, aliméntalo tú, críalo tú, y entiérralo tú: !Y Dios quiera que esto último ocurra sin tardanza, no vayas a encontrar consuelo en el fruto de tu iniquidad!"
cita de El Monje de Matthew Lewis

Unas palabras, que a buen seguro en el siglo actual nos siguen pareciendo algo duras.

Pero vamos a lo que vamos. El Monje sitúa la acción en un decadente y conservador Madrid gótico, dónde la aristocracia no mezclaba su sangre con el populacho, entre marqueses, conventos de monjas, órdenes monacales de capuchinos, e iglesias transcurren las tramas del libro. Y digo "las" porque el autor (adelantándose a su tiempo), abre varias tramas en paralelo, que poco a poco van encajando hasta cerrar el puzzle convergiendo en un buen final.

Ambrosio, que así se llama el Monje es un ramillete de virtudes, el clero lo tiene en la más alta consideración, la aristocracia lo adora, y el pueblo abarrota las iglesias para oír sus discursos. Poco a poco la inmaculada hoja de servicio de Ambrosio se va emborronando según las tentaciones de la carne van llegando.

La necesidad de cubrir esas lujuriosas tentaciones le va acercando a un abismo de perversión que acaba incluso en pactos demoníacos.

La novela se hace un poco pesada de digerir, pero hay algunos fragmentos de la obra que para la época se podían considerar algo siniestro, que hoy en día no sólo no dan miedo, sino que los tenemos asumidos en nuestras vidas cotidianas, por ejemplo, la curiosa descripción de este espejo-webcam:

"Le puso el espejo en la mano. La curiosidad le indujo a cogerlo ... Matilde pronunció unas palabras mágicas. Inmediatamente, un humo espeso brotó de los caracteres trazados en sus bordes y se extendió por la superficie. Luego, se disipó gradualmente. Ante los ojos del fraile surgió una mezcla de colores y de imágenes, que finalmente se ordenaron en sus lugares apropiados y vio en miniatura la adorable forma de Antonia."
cita de El Monje de Matthew Lewis

Ahora nos puede parece una novela de terror "light", pero para la época fue bastante transgresora, pensad que la Iglesia debía tener una fuerte influencia en la conducta de las personas hace doscientos años, y de repente narrar una historia dónde el protagonista es un sacerdote villano que incumple uno por uno todos los mandatos eclesiásticos, no debió de tener muy buena acogida sobre todo en las almas tan puritanas y conservadoras de la época.

Vamos, que Matthew Lewis se la jugó un poco al escribir el libro, y que a buen seguro, si en lugar de doscientos años estuviéramos hablando de cuatrocientos, el Sr. Lewis hubiera muerto en la hoguera a manos de la Inquisición. Además tiene doble mérito, ya que el autor escribió una de las obras cumbre de la literatura gótica en sólo 10 semanas. Me quito el sombrero ante usted Sr. Lewis.

Nota: 6,5/10

1 comentario:

Anónimo dijo...

xd salu2